Hacía un montón de tiempo que no hablaba yo así con mi hermana. Nos citó a mi sobrino Carlos, a Paco y a mí para hablar de mis padres. Quedamos en que hoy mi hermana iría a la iglesia y a una agencia a buscar una cuidadora para mis padres. Se habló de otras cosas, de dinero, del carácter de mi padre y de mi madre, de los tíos que lo pasaron mal hasta que ingresaron en la residencia en la que viven ahora. Mi hermana no nos quiso imponer nada ni nada de eso que yo temía, si no que habló francamente y sin tapujos. Se habló de la chica que limpia en casa de mis padres que es un poco informal, se habló del dinero que vale una interna para mis padres, se habló de lo flojo que está el taxi y del piso de mis padres, si lo tendrán que vender. Luego, Paco y yo acompañamos a mi hermana a casa y ella habló de las discusiones que ha tenido con mi padre. Quedamos en que nos llamaba hoy. Mi padre nos dijo ayer que no fuéramos a comer a su casa pues iba a venir un médico a ver a mi madre. Quizás mi padre llamó a la Comunidad de Madrid para que viniera ese médico. Mi hermana quizás tenga la manía de intervenir en todo o de mandar, como mi padre, pero el esfuerzo que ha hecho es meritorio. Por mis tíos y por mis padres. Espero que salga bien lo de la cuidadora y mis padres la acepten y todo vaya bien.
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