Para mí hoy es sábado como podría ser lunes. No abrazo el contorno de la semana o si lo abrazo es a cada día por igual. No hay nada que me haga indicar que hoy es sábado. Me despierto tarde y me pongo a leer. Quizás la lectura haga que me evada de la serie de días que van por orden. Sé que hoy hay un película en antena 3 y que hoy se reúne la asociación. No sé nada más. No tengo fiestas, amigos con los que quedar que den un sentido al día. Cualquier día no sabré en qué día estoy. Podría escribir una pequeña historia con esto de la poca significación que tienen los días para una persona que no tiene horarios de trabajo ni de nada. Estos días me he sentado a escribir de lunes a viernes pero solo media hora, no me da para más la escritura. He decidido no escribir más hasta que lea una serie de novelas que me guíen en esto de la escritura. Es penoso esto de que llegue el viernes por la tarde y no tenga que celebrar que se acabe la semana de trabajo, como hacía antes. Es penoso que los días son tan porosos que el lunes se amontone con el martes y así hasta el fin de semana que no hago nada especial y parece un día más. Bueno, por lo menos están las mañanas de lectura.
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