Ayer por la noche me desperté a eso de las 4 de la madrugada. En un sueño, yo tenía que enfrentarme a un asesino en un cine oscuro. Cuando el asesino vino por mí, me desperté. Me tomé un café con leche y fumé unos cigarros y leí la prensa en el ordenador. Luego me dormí pero el día fue penoso. Estuve toda la mañana y la tarde deprimido. Hoy me he levantado alterado, canturreando y feliz; he ido a ver a los de la asociación, he visto a mis tíos (mi tía estaba mala), he entrado en un bar en el que hacía tiempo que no entraba, he tomado café con a hija de un petrolero; he paseado con un matrimonio de Majadahonda, etc. Cosas novedosas que me han alterado. En fin, mi vida es, como me dijo un psiquiatra una vez, sinusoidal, que quiere decir que va de abajo arriba, de alegre a triste de deprimido a eufórico.
Mañana escribiré la novela. Ya hay una acción en marcha muy buena. Espero triunfar con esta novela por fin.
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