Decía el desaparecido Eduardo Punset que el que es feliz está continuamente enamorado. ¿Enamorado de qué? Pues de la vida. De eso que me gusta tanto hablar a mí en este blog para bien o para mal. Me consta, por lo que he leído de este hombre, que era extremadamente generoso porque no pensaba mucho en él mismo sino en los demás y en la maravilla de la vida.
Hay veces en que yo no puedo disfrutar de esa maravilla por causa de mi enfermedad. Me siento triste a veces y la vida me parece un sinsentido o algo detestable en el que estoy existiendo. Las horas pasan con dolor y con torturas de la mente.
Pero de lo que me he dado cuenta es de que la vida está hecha no para los que mandan y dicen y quieren figurar sino de los que acatan la vida. Acatar significa comprender, entender, transigir, escuchar más que querer que la vida se acople a nosotros sea por medio de los demás o de bienes materiales o de deseos cumplidos. Acatar significa que estás de acuerdo en cómo son los demás, en que respetas su modo de ser y no te enfrentas a ese modo de ser.
Y en ayudar para que ese modo de ser de los demás no deje de ser sino que tú cooperas para que los demás estén bien, no a tus órdenes.
Y es muy difícil a veces y a veces no hay más remedio que acatar lo que nos viene. Pero hay que acatar. Y cuanto más acates en esta vida cómo son las cosas y las gentes, más sabio serás y por lo tanto, más feliz.
La vida no es como tú quieres. La vida es como la aceptes.
Pero de lo que me he dado cuenta es de que la vida está hecha no para los que mandan y dicen y quieren figurar sino de los que acatan la vida. Acatar significa comprender, entender, transigir, escuchar más que querer que la vida se acople a nosotros sea por medio de los demás o de bienes materiales o de deseos cumplidos. Acatar significa que estás de acuerdo en cómo son los demás, en que respetas su modo de ser y no te enfrentas a ese modo de ser.
Y en ayudar para que ese modo de ser de los demás no deje de ser sino que tú cooperas para que los demás estén bien, no a tus órdenes.
Y es muy difícil a veces y a veces no hay más remedio que acatar lo que nos viene. Pero hay que acatar. Y cuanto más acates en esta vida cómo son las cosas y las gentes, más sabio serás y por lo tanto, más feliz.
La vida no es como tú quieres. La vida es como la aceptes.
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