Los días son muy largos, larguísimos y calurosos. La gente sale a la calle como gusanitos que surgieran de la tierra. Se cometen muchas torpezas porque el día es muy largo y la naturaleza del hombre es precisamente, torpe y errática.
La gente se ve, se oye y luego se comenta lo que se ve y se oye de la gente. ¿Qué hace medio mundo? Hablar del otro medio. Pero ahora, en verano, aún más.
Peor es obsesionarse con alguien. Por ejemplo, en lo bien vestida que va una vecina este verano. ¿Por qué irá tan bien vestida si el año pasado no iba bien vestida?
O, ¿por qué han ido a los fiordos Manolo y la Juana? ¿qué saben de fiordos esos? ¿es que no hay otro sitio al que ir que los fiordos? Y cosas así.
Bueno, el verano ya vino y yo me voy a poner a la sombra todo el día, es lo único que sé. El día da para mucho y la noche da para dormir. Hay que comer buenos alimentos y tomar mucha agua y hacer como que el sol no dura tanto en el cielo.
Si quieres un consejo, no corretees mucho y estate en casa. Los peligros que acechan al confiado ser humano son innumerables pero en cas ase reducen mucho.
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