Mi hermano Paco se pone a rememorar los días de atrás de modo que siempre ocurren cosas en esos días que le afectan físicamente o anímicamente. Lo suele hacer muy a menudo por culpa de su hipocondría pues mi hermano siempre está afectado de algún mal o enfermedad. Empieza esta tarde a recordar los días de vacaciones en septiembre y se queja agriamente del viaje en coche, de lo mal que lo pasó conduciendo. Luego recuerda un día de octubre que comió algo en un bar que le sentó mal. Después echa la culpa de su malestar cercano a la actualidad a una visita que hizo con nuestro padre al pueblo porque le obligó a coger unas cuantas manzanas de unos frutales que tenemos allí. Más cercano en el tiempo está una comida con los sobrinos en que se sintió mal (yo también me sentí mal) porque precisamente a los sobrinos no los vemos apenas y tuvimos que compartir unas horas en que casi nadie sabía de qué hablar y cuando se hablaba se creaba una especie de confusión conversacional que no me gustó ni a Paco tampoco. Añadamos a este conglomerado rememorativo que ayer no pudo dormir bien y tenemos un cóctel de la memoria psíquico-patológico que va de un mes atrás al presente, de modo que mi hermano se siente muy mal por acumulación de estados indeseados o comidas que le sentaron mal también. Es que, cuando mi hermano se siente mal, como esta tarde, se tiene que remontar al mes pasado para explicarse lo mal que se siente. Y esto le ocurre cada dos por tres, así que no es raro oírle decir: es que el martes pasado dormí mal y por eso me siento mal hoy sábado porque arrastro malestar y dolor y falta de sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario