Viendo una serie de risa, se trataba de un personaje que no sabía llevar su relación con una chica porque esta avanzaba demasiado deprisa. Yo me vi reflejado en esa caricatura y me puse a pensar en mi estado solitario. Y me dieron los siete males. Llegué a cuestionarme como persona que está en este mundo y no sabe muy bien hacia dónde da sus pasos. Pero luego se me quitó pero me ha quedado un resabio en el hemisferio derecho del cerebro que me dice que yo no voy a ninguna parte. Se juntó esto con que vi a un señor entendido en cosas de editoriales y me dijo que publicar hoy en día para un tipo como yo es imposible.
Si no se leen mis obras, si no encuentro pareja, si no soy ni medio hombre a medio realizar, entonces, ¿qué pinto yo en este mundo traidor?, ¿qué soy yo? En fin, mejor no darle vueltas y luchar por la supervivencia pues los habrá peores que yo, en una situación peor o en una tesitura mental existencial mucho peor. Yo lucharé por encontrar lo que me falta y si no lo encuentro, habré luchado por ello. Y mientras, seguiré escribiendo aunque sea para matar cuatro ratos.
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