Las cosas están así. Podría ser de otra manera pero las cosas están así por culpa de otros que no han sabido mantener una postura digna y han insultado y han despreciado hasta el hartazgo. Es que no se puede decir que se quiere mucho a una persona y luego faltarle el respeto de esa manera. Así que estoy solo mejor que mal acompañado. Pero me encuentro bien si no fuera por esta maldita sensación de haber olvidado, por la falta de práctica, todo lo que aprendí y obsesionarme con que me quitan la pensión y he de buscarme la vida. Desde luego, cuando se cobra una pensión, no depende uno de sí mismo, de su trabajo, si no de los que te han dado esa pensión y como está la política y la economía fluctuante e indecisa no sabe uno a qué atenerse. A lo mejor son temores fundados los míos. En fin, yo estoy más o menos tranquilo, viendo pasar el tiempo y aprovechando un poco de él con las ocupaciones que me es dado emplearlo. En fin, la mañana ya ha llegado y me espera un día por delante para hacer lo que quiera prácticamente menos montar en globo. Leeré la novela de quinientas páginas que me está gustando y escribiré lo que me salga de ahí. En la calle Princesa todo es un ir y venir, lo veo casi desde aquí.
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