Me sudan las palmas de las manos (señal de angustia o ansiedad) pero estoy tranquilo. Llevo la vida que llevo pero no la pienso, no me lamento. En un libro que me estoy leyendo que se llama "El pasado" de un argentino que se llama Alan Pauls se analiza la vida y obra de un pintor o artista llamado Riltse que siguió un arte llamado Sick Art o arte de la enfermedad. Ya me lo estoy acabando. La vida de ese Riltse es de pena porque se tenía que someter a operaciones médicas para expresar su arte. Vivió una vida de mendigo aun cuando era famoso y sus obras eran muy cotizadas. La historia real del libro se demora por contar la historia de este artista. Por lo demás, parece que he adoptado, por mero contacto, la visión de la vida de Paco, que no se inmuta ante la vida que llevamos, tan monótona. Parece que yo también la he aceptado y ya no quiero ser lo que no soy ni estar donde no estoy. Me lo monto con lo que tengo y, como filosefeábamos mi hermano y yo el otro día, no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. A ver si esta tarde me da por escribir un poco de mi tercera novela para ir encarrilándola. Marco Aurelio dio unos consejos estupendos para vivir la vida. Deberíamos adoptar esos consejos de Marco Aurelio para ser más felices.
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