Aunque parece que mi tercera novela ya nació agotada, aún soy capaz de añadir un folio diario a la historia. Me cuesta mucho pero iré pensando qué hacer con unos personajes que viven en un ámbito muy reducido y parecen cansar ya antes de nacer. El diálogo es una forma de hacer verdecer una historia, con diálogo se puede crear un mundo nuevo entre dos personas y también entre dos personajes.
La vida también parece una novela a la que vamos añadiendo (o nos van añadiendo) folios nuevos que nos envejecen y nos hacen más sabios.
Mi pasión por contar historias (aunque sean malas o muy particulares mías) me alejan del tedio vital y me obligan a escribir todos los días para que la historia siga.
Ahora me he quedado un poco más solo, después de decir adiós a un pasado que ya cansaba porque daba problemas pero las historias están ahí esperando a que las cuente. También hay lecturas apasionantes en la biblioteca para leer y pasarlo bien. Y luego están los amigos y familiares para charlar y pasarlo bien. Y luego está la playa para hollarla con el pie desnudo.
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