Escribir es pensar cosas y decirlas más tranquilamente que por la boca. Porque para escribir hay que pensar bastante más lo que se va a expresar y hacer un plan global de lo que vamos a contar. Por eso, escribir pertenece a los pensadores mientras que hablar pertenece a los políticos y a todo el mundo. Todo el mundo habla; unos cuantos, además, escribimos. Para escribir no puede uno decir algo y luego echarse atrás inmediatamente, como podemos hacer mientras hablamos. Para escribir hay que dejar determinado antes de qué vas a escribir. Y luego, escribes. Escribir supone ordenar tu pensamiento de algún modo y liberarte de él. Una vez que escribes lo que piensas, te sientes más relajado. Las máquinas ayudan mucho a escribir pues puedes volver atrás y cambiar lo escrito pero el plan global ya lo debes tener pensado en la cabeza.
Para mí es bueno escribir. Me libro de muchos fantasmas y estupideces que pienso y encima doy lugar a mi pensamiento, que tampoco es del otro mundo pero puede ser válido. A lo mejor la escritura es terapeútica y sana algún mal de la mente, eso no lo sé.
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