Llevo dos días contento y no sé de qué. Dicen que no es más rico el que más tiene sino el que se conforma con lo que tiene. Este dicho quizás se refiera más que nada al dinero, pero si se extiende al modo de vida que llevas y estás conforme con él, eres el más feliz; de eso no hay duda. Envidiaba yo hace poco a los que estaban en la playa, pero luego pensaba que yo solo no me atrevo a ir a esos sitios y me frustraba grandemente. Además es una manía que tengo que radica en que si no me baño en el mar ese año, tendré mala suerte.
Este año no me bañaré en el mar. El año pasado me bañé en el Duero, que podría dar por válido el tener buena suerte durante el mismo, cosa que no sucedió por lo del ingreso de Paco y el coronavirus. El agua dulce no basta par alejar la mala suerte.
Yo iría a Benidorm un día, me bañaría y me iría al otro día solo para conjurar el mal fario, pero no sé si lo haré.
Solo sé que estoy contento y no suele ser así sino que me acompaña la angustia en demasía y si no, la ansiedad. Voy a aprovechar estos días que vienen buenos y escribiré y daré algunas vueltas por los alrededores de Majadahonda a ver si encuentro inspiración para mis textos.
La vida pasa, que sea para bien.
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