viernes, 3 de enero de 2020

La hija mayor llama a su marido y a su hijo desde el ambulatorio:

-Mi padre está muy mal. Están Samuel y Ricardo con él en la consulta.


La médica le hace hacer al viejo de casi noventa años unos ejercicios de equilibrio. Parece que es vértigo. Pasa a la enfermera que le pone una inyección. El viejo se recupera.
Viene conduciendo Ricardo a casa del viejo, donde espera la vieja. Se entabla una conversación.
Llaman al timbre. Son el marido y el hijo de la hija mayor. Vienen casi jadeantes, entran en la cocina. Samuel saluda a su sobrino que no contesta. Miran con ansia y avidez al viejo queriendo ver algún intrincado signo.
Bajan la hija mayor, el cuñado de los dos hijos menores y su sobrino.
-Ha sido una falsa alarma -dice el nieto.
Y el escritor no sabe cómo interpretar esta frase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario