Paco dice que yo me dirijo por las palabras que dice la gente y no por el ser de esa gente. Que doy mucha importancia a las palabras porque soy filólogo. Es verdad. Yo puedo estar obsesionado por algo que me han dicho y darle muchas vueltas. Yo no suelo insultar, mentir (eso me lo ha enseñado mi madre, a no mentir), decir cosas falsas para conseguir algo de los demás y la mentira y el engaño me afectan mucho. No soy muy valiente y no digo las cosas a la cara en muchas ocasiones sino que sí que insulto a las espaldas y critico cosas de los demás sin dirigirme a los que me han hecho una putada. A mi hermana y a mi cuñado, de los que he tenido que aguantar intromisiones y engaños, no les he insultado en mi vida y sí los he insultado hablando con Paco, para desahogarme. El tema este de la reunión secreta que quería mi hermana, presentes mis dos sobrinos y que ya no sabremos para qué era, me ha puesto muy nervioso. No creo que le diga a la cara a mi hermana que qué sentido tenía esa reunión. Pero sí la he insultado en secreto porque me ha hecho daño, me ha puesto muy nervioso.
A saber lo que dicen a mis espaldas los demás de mí. Las cosas hay que hablarlas a la cara sin insultar. Lo que quería mi hermana con la reunión esta, lo podría haber dicho en familia, delante de todos y no haber buscado cuatro pies al gato.
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