El jueves día 19 de diciembre aquí en Majadahonda, llovió como tenía que llover: todo el día. Pero ha vuelto el maldito cielo azul y unas temperaturas de primavera (16, 17 grados). Esto es inaudito. Diciembre se irá sin heladas, sin lluvia y sin nieve aquí donde yo vivo. Qué asco. Sé que en otras zonas de España, ha llovido, nevado y se han desbordado ríos. Pero en Madrid, nada. Yo conozco a un señor que trabajó en el Canal de Isabel II, construido por el inmenso arquitecto Bravo Murillo. Pero debe llover y cada uno en casa mirando como llueve o echando un polvo o dando un coscorrón a su hijo.
Yo espero que llueva en enero o nieve o haga algo de invierno porque si no, me desespero con esto de que no caiga algo del cielo. Para mí es el mejor regalo, algo que caiga literalmente, no figuradamente, del cielo.
Y sin más preámbulos, lo dejo: mis libros, "La moneda de la soledad" y "Tres novelitas públicas" están en el Kindle de Amazon.
No sé si estos escritos míos son buenos pero si no los lees no lo sabrás nunca.
La honra cria las artes. Horacio.
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