miércoles, 2 de agosto de 2017

Este verano nos está respetando el calor. No están haciendo unas temperaturas insufribles. Estos dos primeros días de agosto, además, aunque yo eche de menos un viaje, están siendo muy tranquilos, una pequeña delicia.
Charlamos con las amigas, paseo largo, escribo, hago algo de comer y me tumbo un buen rato la siesta. Solo echo de menos viajar un poco pero esta vez tiene que ser solo. Paco no viene.
Hoy tengo que hacer acelgas con bechamel. No es difícil.
El sol calienta pero no quema. Los días se hacen cortos por lo suaves que son. El verano va pasando tranquilamente. Ayer me senté en un pub y oí cómo unos chicos hablaban de negocios.
Me comí un helado.
La tristeza de vivir ha quedado atrás. Ahora la vida es como ir en una balsa por el medio del cauce del río. Nada más que surcar y surcar las aguas sin ningún problema. Lo único que añoro es coger la carretera y hacer kilómetros hasta llegar a alguna parte distinta.

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