Por fin se ha acabado el rollo este independentista con un referéndum con palos. Se ha echado de menos una explicación por parte del gobierno de qué se iba a hacer o de qué se había hecho. Pero lo bueno es que creo que por un tiempo no ocuparán la televisión esos políticos que lo venían haciendo. Ojalá vengan otros que quieran otra cosa para Cataluña que no sea la independencia. La independencia no, por favor, con eso no se juega. Y tampoco se juega con la ruina que venía después de la independencia.
Pero no todo va a resultar tan fácil porque me parece que llega la hora de los mártires. Si antes eran víctimas, ahora van a ser mártires asquerosos que berrearán su martirio desde la cárcel o desde cualquier sitio. Qué asco. Otro rollo. La novela no tiene fin.
Yo me voy a dar a la soledad. A mi soledad querida pues las compañías que tengo no me convencen nada de nada. Dejaré atrás la compañía de unos señores indigentes y viejos que ya no me hacen gracia.
Dejaré de verles y de invitarles a cervezas porque ya no me hacen ni puta gracia.
La vida es así, va a empujones; unas veces estás con unos y otras veces estás solo. Mejor solo que mal acompañado.
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