Parece que me he aficionado al cine. Primero fui a ver "Carol", basada en una novela de Patricia Highsmith. Me gustó bastante. Luego fuimos a ver "Truman", muy aburrida, no pasa nada. Luego fui a ver "El renacido", un peliculón. Todavía siento el hálito de los aricara en mi imaginación. Y la última que he visto es "La ley del mercado" que tiene una veracidad grande, dentro de la triste realidad que retrata esa película.
Iré a ver más ya que los martes y los miércoles la entrada está a 4.50. A ver si el cine me da ideas para mis novelas en justa retribución.
En fin, ha hecho unos días de frío muy aptos para estar encerrados en el cine durante dos horas y he disfrutado mucho viendo historias. La vida es contar historias, mi propia historia está siendo contada por un Dios muy lejano, las historias de los que yo conozco también la cuento yo o yo formo parte de su historia. Todos somos pequeñas historias que vamos contando mientras bebemos en el bar o nos enamoramos o nos olvidamos de que un día nos enamoramos. Así es la vida, una tragicomedia de difícil digestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario