domingo, 2 de noviembre de 2025

Estoy leyendo unos libros de poesía de diversos autores. Me está gustando Gloria Fuertes. Es muy entendible esta mujer que pasó por ser una poeta de los niños pero que tiene una poesía muy seria, muy vital y a la vez, muy desengañada. Curiosamente, los que menos me están gustando son los poetas de la generación del 27. Hay un poeta de esa generación que se llama Pedro Salinas que escribe poemas de amor pero no hay quién las entienda. Las leo y no me dicen nada. Uno que me está gustando mucho es José Hierro, que tiene una poesía muy musical, muy de versos que suenan con un ritmo poderoso. Una colección de poesías del barroco es difícil, como difícil es la poesía de Claudio Rodríguez. Pero lo voy leyendo todo.



 Ayer estuve en el pueblo. En el pueblo, desde la plaza, si miras al horizonte, ves campo, naturaleza. Eso es lo que quería yo ver hacía mucho tiempo, una muestra de campos ensemillados, tendidos en una loma, luchando por dar fruto. Estuve largo rato en el cementerio pero no vi a Diego, el amigo que me saludó un día como el de ayer hace un año. No vi más que personas conocidas pero mayores. Luego me recree en la plaza, me fumé unos cuantos cigarrillos en el escenario de mi más antigua infancia, miré los campos otra vez, miré el terreno fértil que da tranquilidad a los ojos con su lejanía. Vi el mundo antiguo de mi juventud. Y luego comí cochinillo. Nada más segoviano. Nada más exultante para la vista que la plaza y nada más exultante para el estómago que el cochinillo.


 Hay una canción de Julieta Venegas que dice: yo te quiero con limón y sal, yo te quiero si vienes o si vas. Retrata un amor incondicional. Da igual que ese amor se comporte irracionalmente o de forma extraña. Con limón y sal me parece que se toma el tequila. Es una metáfora muy bonita. Debe de ser para hacer que el trago pase mejor. Hay veces que hay que perdonar a la persona que queremos aunque nos siente mal para muestro orgullo. Hay que comerse el orgullo con ciertas personas que, sin querer, nos hacen daño. Hay que tomar limón y sal para tomar luego el trago amoroso. La vida es mucho de limón y sal. La vida está llena de diálogos que parecen rotos pero que uno de los dos debe iniciar otra vez para que la relación fluya. Nunca hay que enrocarse en una postura agria, hay que sorber el trago.




sábado, 1 de noviembre de 2025

 Mintiendo se llega lejos y engañando también. Lo ha demostrado cierto presidente que preside España y que no va a dimitir. Digo que se llega lejos porque este presidente lo ha hecho. De ser un mindundi en todos los aspectos de su vida, con engaños ha conseguido estar en la Moncloa 7 años. Inventándose historias como la amnistía a los corruptos del proceso catalán. Inventándose tantas cosas malas para España, él ha seguido ahí, con su cara dura de siempre. Resistencia, lo ha llamado, pero no es más que una serie de engaños, de estar al filo de la navaja todo el rato con tal de estar en el poder. Y durará todo lo que esté en su mano siempre con la misma herramienta de poder: la mentira.

 Tengo yo como 10 folios escritos a mano por una cara que quizás, juntándolos unos con otros podrían constituir un relato. En ellos, cuento cosas de mi vida o impresiones sobre la vida actual. La vida actual es muy confusa, no entiendo yo muy bien por dónde va el futuro. El futuro creo que es la robotización del mundo, la siguiente revolución. Cuando lleguen los robots, que ya están llegando, ya nada será igual que antes, como pasó con la revolución industrial. Dicen que ya ha habido varias revoluciones pero como la robótica, no habrá ninguna. La robótica será definitiva. ¿Y después de la robótica? Será la conquista de los planetas como Marte. Y la energía de fusión.

viernes, 31 de octubre de 2025

 En redes, hay una canción que dice: que dimita tu puta madre. Deben de dar de comer muy bien en la Moncloa. A los españoles, este gobierno les ha robado. Muchos millones, no uno ni dos. Y hay caja B. Y hay ladrones por todos los sitios. Y la gente no se queja, no sale a la calle a protestar de estos hechos delictivos. La izquierda es lo que tiene: que se enguarra y no pasa nada. A mí me da mucha rabia que los de la izquierda ponen el grito en el cielo cuando hay algo de la derecha pero su propia mierda pasa por delante de sus narices y no se tapan ni las mismas. Pues ahí tenemos este gobierno que iba a regenerar la democracia. La ha puesto pringando. La ha pisoteado. La ha enfangado, esos que hablaban del fango. Pero, ya digo, nadie protesta aunque nos hayan robado impunemente para putas y fiestas. Para putas y fiestas.

 La llanura del mar es casi inmensa o nos la imaginamos inmensa, no tiene fin ni en el horizonte. Así pasa con las ideologías mafiosas, que se meten hasta debajo de la alfombra. Pero si esas formas de pensar tan insidiosas van acompañadas de una cleptomanía abrumadora, esas ideologías mueren o van muriendo poniéndole parches penosos que no tapan nada, que lo que van haciendo es enseñar al país a esa mafia con tintes delictivos. El gobierno ha robado a todos los españoles. La gente que proclamaba la abolición de la prostitución como una enseña feminista, no dice nada, calla ante la red de prostitutas de los ladrones. El gobierno está corrupto y nadie sale a las calles a protestar. Es el signo de esta izquierda guarra, putera, ladrona. Todos los que la votaron achantan y callan.