miércoles, 6 de noviembre de 2024

 No puedo decir si el cambio climático existe. Si estas cosas que pasan pasaron antes. Creo que nadie puede tener información exhaustiva sobre un planeta entero. Pero lo que sí sé es que hay una sequía mundial y en verano hace mucho, demasiado calor. Vi imágenes de ríos amazónicos que se están secando como el Rin, como el Misisipí, en un periódico. El transporte fluvial no es el mismo. Ya no pueden navegar esos ríos los barcos que antes sí lo hacían. Digo otra vez: hay una sequía mundial. Y yo, que soy eco ansioso; o sea, que padezco de eco ansiedad, me pongo malo al oír esas noticias. Tiene que llover más y hacer menos calor en un planeta que está contaminadísimo, hecho polvo por la acción humana. El planeta Tierra sufre. La naturaleza está encajando muchos golpes por el uso del coche, de plásticos, de industrias, de móviles, de miles de cosas que contaminan. Hay que hacer algo drástico. Pero yo no sé ese algo.

Vamos arrinconando la naturaleza, vamos politiqueando 

y no solucionamos nada.

 Leo el periódico para darme una tregua entre cigarrillo y cigarrillo. Luego, escribo. Y luego, como. Es todo muy sencillo en la mañana que me deja transitar por sus momentos. Es todo casi absurdo, si lo pensamos bien. Matar el tiempo es objetivo del ser humano desde el primer homo sapiens, me da que pensar. Tanto tiempo perdido, ¿dónde irá? Se irá por el WC, como se habrá ido alguno en forma de cenizas. Pero no hagamos materia de divertimento el hecho de que el tiempo pasa  a veces y no lo completamos con una actividad adecuada. Pensemos que esta vida es corta pero quizás es larga para otros, los que sufren. Acordemos, sin embargo, que es corta. ¿No habrá que llenarla de acontecimientos? ¿No habrá que aprovechar el minuto más tonto del día? ¿No habrá que pensar en pasarlo bien? Yo estas cosas no sé ni responderlas. Vayamos a un museo a ver pintura de Kandinsky.

Cuando se extinga el hombre sobre la faz de la Tierra

ya no habrá quién mida el tiempo, ya no habrá más minutos de sobra.

 Algunas veces, escribes un poema en una servilleta que tiene el papel muy fino. Otras veces, saludas a un tipo que se llama Salustio que conoces desde siempre. Las sardinas deben estar bien conservadas para su consumo apto. Los dimes y diretes de los políticos me los sé ya de memoria. Usted es un incompetente, decía el otro día un señor en la tele. Los poemas de una generación salen como de churrería, todos iguales, todos redonditos, todos agradables. Un churro o una porra pueden dar el nivel intelectual de una nación. Ya no se estudia latín: puella olet flores. Nauta transit mares. Ya no se estudia humanidades. O, simplemente, ya no se estudia.

El desastre se iluminó de hiriente luz

y todos supimos y todos opinamos y todos lo dimos al olvido.

 Estamos en noviembre y hay ambiente primaveral, de marzo o de abril. ¿Cómo no va a haber desastres medioambientales? Que se pongan a trabajar meteorólogos, estudiosos del clima y de la Tierra, geólogos, biólogos e ingenieros para tratar de entender esta situación. Sería lo lógico. En vez de amiguismo en la administración, que se fomenten estos estudios por si la clave está en el periodo cámbrico o en el pleistoceno. La culpa debe de ser de tanto coche que hay. Que limiten el uso del coche como sea. Mi hermano dice que los coches deberían funcionar en alquiler: necesito el coche para tres días. Para mi hermano un coche es un atraso y además, muy caro. Hay familias que tienen hasta cuatro coches. Luego no se quejen de la contaminación y los cambios climáticos. Es mucho CO2. Lo dicho, no hace de noviembre y en abril ya hace de verano. Un desastre.

El clima nos dice mucho de lo que pasa en la Tierra.

Que se estudie el clima mucho más.

 El País alaba al jefe. El Mundo habla de los afectados. ¿Quién tiene razón? El tiempo pasa y parece que será el tiempo quien ponga razón en todo esto y con el tiempo también llegará el olvido si no ha llegado ya. La gente presta atención tres, cuatro días. Después, creo que vuelve cada uno a lo suyo. Con las ayudas económicas, algunos podrán, quizás, volver de algún modo a su vida anterior; otros, no. Lo que me ha parecido de locos es la cantidad de información que ha habido en todos lo sitios y lo difícil que ha sido hacerse una idea clara de lo que pasaba. Los políticos, los periodistas han dicho mogollón de cosas pero no han explicado claramente qué pasó. Es la sensación que me queda: el montón de información y los politiqueos que ha habido. Y también eso fomenta la desinformación. Un día el culpable era fulano; al otro día, era mengano. En fin. Sigamos rezando y que la ayuda no decaiga. Y que no olvidemos para la próxima vez.

Una catástrofe.

Dos mil opiniones.


martes, 5 de noviembre de 2024

 Esta mujer callaba siempre y andaba grave, así que la tenían como persona sabia. Un día le preguntaron por una cuestión de herencias y dijo: eso va de padres a hijos. Y no comentó cosa más. Esta sentencia que oyeron los herederos la tuvieron por buena e hicieron las particiones de modo amable. Otra vez, a esta mujer le presentaron un examen de su sobrina y dijo: lo mucho cansa. Quería decir que tantos exámenes habían colmado la paciencia de su sobrina. Llevaron a la sobrina a tomar aguas a Santander y vino mejor de su examinitis. Y así con todo. Las sentencias que decía esta señora eran como nudos gordianos que se presentaran ante ella y su opinión fue muy respetada en muchos sitios. Solo despegaba la boca cuando era preguntada. Si no, estaba callada todo el rato. Y adquirió fama de sabia, incluso de santa, incluso de catedrática, incluso de algo noble o real pues todo lo acertaba, todo lo concluía en una frase corta con más filo que un cuchillo de carnicero.

Si sabes algo, habla.

Si sabes poco, calla y procura informarte.

 El jueves voy a preparar unos judiones con su morcilla, su chorizo y su tocino. Lo voy a preparar aliándome con mi olla rapid exprés que lo  hace todo en cosa de media hora. El otro día cocí en esa olla una coliflor y se quedó la coliflor estupenda. Ojalá tenga yo tino y me salga una fabada buena. Así van pasando las cosas, no como querían algunos o la mayoría, sino como perramente se muestran y salen los acontecimientos. Con estos bueyes hay que arar, como diría aquel. Poco a poco, todo volverá a su ser y recordaremos todo para que no vuelva a suceder y, si sucede, ya saber a qué atenerse. La vida pasa rápida y así sus inconvenientes y su vana gloria. Todos sabemos cosas, todos sabemos dar nuestra opinión, pero la verdad de las cosas muchas veces se nos escapa. Ojalá el dolor no sea paliado a medias y que la gente quede reparada. Pero eso ya es difícil.

Tener un cargo no quiere decir nada.

Tener un cargo depende de qué persona lo lleve.